Archivo del blog

jueves, 19 de febrero de 2015

SANTUARIO
A veces sin darnos cuenta vamos creando un altar, pequeños objetos dispuestos al azar, o eso es lo que  creemos, uno comprado en aquel país y que tiene un algo que siempre te gustó, el otro recogido en  un atardecer de mar, éste que siempre va rodando por ahí lo puse y ya no se movió, qué sería de todo sin unas líneas de pintura, sin un poco de arte, la piedra que te regaló esa amiga a la que apenas ves pero tanto aprecias, nada es pensado, todo va cayendo, pero mientras friegas, ordenas y deliberas qué cocinar te acompañan.
Cerca, muy cerca, el retrato de las mujeres que me ayudaron a caminar y a saber cocinar, mi abuela, recuerdo su requesón al horno y sus judías verdes con huevo, ajo picado y patatas fritas, únicas; mi madre, los calamares en su tinta y su conejo con caracoles, pero donde más se le echa de menos es con sus famosas croquetas, irrepetibles, ohhhh esas croquetas; Amelia,  la madre de mi cuñado, su paella de los sábados cuando me arropaba siendo yo una adolescente, ni un ápice de sabor le faltaba a esa paella; mi cuñada, su coca de zanahoria hecha con mucha delicadeza como era ella, con mucho esmero;  mi amiga Chon...todo,  era especialista en sorprenderte con la comida, todos los entrantes inimaginables y mejor presentados eran de ella y de su chico, todos.
Así sin darme cuenta todas están en mi cocina, todas me acompañan en esas horas de laboratorio que no de aburrimiento.
Y el altar permanece en el santuario que sin pretender también he creado, el santuario de la cocina y doy gracias a estas mujeres por todo lo que compartieron, por todo lo que me amaron, por todos sus guisos
Un santuario con  un altar ....que bien viene tenerlo, sin pretenderlo, sin pretenderlo, que bien viene.
 

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Blogging tips