LABRANZA

El libro que estoy leyendo, Intemperie, tiene un vocabulario muy rico, sobre todo en lo que se refiere a términos rurales, me hace acudir al diccionario a menudo y entonces me viene a la mente cómo mi padre me insistió en la importancia del significado de las palabras y en saber hallarlas en el diccionario. Sonrío, fue una buena enseñanza, fue una buena labranza de semillas de letras. El inicio de un amor. Bueno, a lo que iba....estuvimos hace poco en la alquería de Vicent Martí charlando con él y con otros grupos de consumo sobre las necesidades de cada cual, el futuro de los pedidos, los cambios posibles etc,  y yo me sentía allí "de lo bien" que se dice, eran las golondrinas, el atardecer, el gato que pulula por los aperos de labranza, la yegua, la albahaca que huelo y veo abundante, las flores del ajo a secar, el platanero y la confianza que me da este hombre porque cree en lo que hace. Pienso que con él he ganado en tiempo, en economía, en salud y en color y alegría,  así que yo decido comprometerme y seguir solicitándole el curso que viene mi cesta de verduras y hortalizas. Ah! y tengo que contaros que algunos de  los alumnos de infantil del Colegio Mestalla  pudieron vivir en directo cómo se planta, cómo crecen las verduras y se pudieron llevar a casa alcachofas tiernas o acelgas entre otras verduras después de corretear por estos campos de la partida de Massamarda en Alboraya. Otra labranza, otras pequeñas semillas plantadas para que los niños comprendan qué es lo que comen y de dónde proviene. Pues sigamos plantando por un lado y por otro, que luego no se diga, que no se diga.