CRUCES

Caminar por la ciudad y encontrarse en un cruce con una nube de pájaros blancos que vuelan es una alegría; alrededor los coches y las motos que tienen que esquivarla y los viandantes sorprendidos y con sonrisa que hacemos sin esperarlo la primera foto del día. Y es que ya casi no nos acordamos de que la llegada de la Primavera se festejaba en muchas culturas alzando un árbol como un tótem y se ornamentaba con flores, y sino véase el cuadro de Goya  que lo refleja. Las cosas cambiaron y ahora en muchas ciudades se ponen flores formando una cruz. La simbología siempre presente. En el colegio cuando yo era pequeña nos hacían cantar "con flores a María que madre nuestra es"....y no sé si es un sueño o realidad que nos hacían vestir de blanco cual vírgenes.
El caso es que debería haber un día de celebración en las escuelas de esta estación que tanto y tanto nos da. Que cada niño trajese un fruto y una flor, llenar la clase de color, aroma, sabor, experimentar con los sentidos y dejar por una vez las Matemáticas a un lado, o no y poder contar los pétalos de la margarita y los huesos del níspero. Y si están más creciditos aprovechar para hacer unas fotografías por ejemplo. Nosotras llenamos cada 15 días el despacho de la Ampa de bullicio, de prisas, de cestas completas de frutas, de colores, de verduras y en cierto modo alimentamos también a la primavera al recoger todo lo que nos da.

Será o no una cruz pero sí que hay que celebrar esta estación, sí que hay que rendir tributo a tanta exhuberancia.
Au revoir..........que hoy me pase de rosca.